53 cosas que no sabes de mí

Esta entrada es diferente a las que normalmente publico.

Te habrá gustado lo que lees en otras entradas o habrás llegado a esta por casualidad. En todo caso, puede que te preguntes quien o cómo es el tipo que suelta estos tochos, y que hace o a que se dedica.




Para ello te suelto este otro pedazo tocho, va pa largo, te aviso.

Y que sepas que no es fácil para mí abrirme así. Muy pocos saben esto. Es parte de un proceso de desarrollo o crecimiento personal que estoy realizando.



  1. Por el título puedes haber adivinado que tengo 53 años, los cumplí ayer. Nací el 1 de junio del 67. En el Puerto Viejo de Algorta (Getxo - Bizkaia), donde se inventó el kalimotxo (vino + coca cola).

    Actualizacíon 2024: Ya tengo 56.


  2. No soy Géminis, soy Tauro. Para la astrología de la calle, llamada Tropical, sería Géminis.

    La tropical hizo una adaptación y cambios de fechas para ser más sencilla. Sé que muchos no estarán de acuerdo, lo siento por ellos, que lo revisen.


  3. He llevado gafas, astigmatismo, hasta 2º de BUP. Me negué a seguir llevándolas. Llevaba ya unos años que en cada consulta me cambiaban la graduación a menos. Se iba corrigiendo.


  4. De chaval era muy tímido, pero un tímido "echao pa lante", líder en los juegos del barrio.

    En los cursos finales de EGB me llamaban Eutímido (me llamo Jesús Eutimio, mi padre se llama así), y en 2º de BUP semáforo porque me ponía rojo cuando me preguntaban en clase. ¡Qué cabroncetes podemos ser de chavales!

    Ya no lo soy apenas, pero sigo siendo bastante introvertido.

    Un profesor de filosofía me dijo que se traducía como "de la honra y la verdad". Proviene del griego. Buscando en internet: significa "de buen corazón", "de buenos ánimos o humor".


  5. Tuve un acné muy agresivo, con granos como canicas hasta los veinte y muchos. No me vino nada bien para la timidez y las relaciones. Estuve bastante acomplejado.


  6. Estudié solfeo y acordeón, dos o tres años.
    Lo dejé porque la profesora me ponía a tocar la misma pieza en una sala una y otra vez, mientras impartía clases de piano o solfeo en otra sala. Me aburría a más no poder.


  7. Por esas fechas mi padre cogió una huerta y he pasado muchísimas horas cavando, plantando, regando, viendo crecer. Me gustaba y mucho.

    No tanto el tener que comer todo lo que daba. Y es que a veces, cuando empieza la temporada de algo, va de tirón, te hartas a comer de lo mismo. Y reconozco que tuve discusiones con mi padre por trabajar tanto, él y yo, para después tener que regalar todo lo que sobraba. Era un hobby, no vivíamos de ello.

    No estaba en desacuerdo con regalar lo que sobraba, pero si en tener que trabajar para regalar a sabiendas y que ello me quitase tiempo para ir con los amigos. En verano es cuando más trabajo hay y cuando más quieres ir a la playa en vez de a regar, a cubos extraídos de una poza, no de manguera.

    Me sirvió de mucho para coger fuerza en brazos y tener más chicha para la escalada.


  8. Mi padre murió cuando yo tenía 18 años. En el hospital oí como mi padre y mi ama hacían planes de futuro para cuando se recuperara.

    Aprendí por la malas, pero pronto, que lo que importa es el aquí y ahora, el presente eterno. Se me olvida más a menudo de lo que quisiera.


  9. La otra actividad que me marcó fue el ingreso en un Grupo de Tiempo Libre. De lo mejor que he hecho en mi vida. Me dio a conocer la montaña (mi pasión), me obligo a relacionarme (la mayoría de mi cuadrilla también paso por dicho grupo), a involucrarme en un proyecto sin ánimo de lucro, puro voluntariado (fui Monitor y después Director de Tiempo Libre de ese grupo, que sigue existiendo hoy en día).


  10. Estando en el Grupo de Tiempo Libre, me metí en otro grupo, de montaña, que me permitió conocer muchísimos lugares preciosos. Estuve unos años de vocal de escalada. Preparábamos excursiones y controlábamos que se desarrollaran correctamente. Impartí cursos de escalada. Esto siguió obligándome a relacionarme con la gente.

    Fue una época de gran y bonita actividad montañera.


  11. Aunque le conocía de antes, del instituto, en el grupo de montaña hice una buenísima amistad, un amigo. Hoy en día sigo escalando y yendo a patear al monte con esa persona. Es mi compañero de montaña. Nos conocemos y respetamos, nunca ha habido una mala palabra o situación conflictiva en más de 30 años, que las he tenido con más de uno.


  12. La montaña es muy importante para mí, la disfruto. Me gusta hacer las cosas bien y con seguridad, y para ello me formé. Cursos de alpinismo (perfeccionamiento) en la Escuela Española de Alta Montaña de Benasque, de orientación, meteorología de montaña y otros de la Federación Vasca de Montaña.


  13. No tengo ni idea de esquiar, y me hubiera gustado. Lo que más me gusta es la montaña invernal, y los últimos años he hecho muy poco.


  14. Gracias a la montaña conozco sitios chulísimos. Haciendo montaña he estado en Francia, Italia, Suiza, Kenia, Tanzania, he viajado más por monte que por ocio.




  15. Los fines de semana que no hacia monte, o bien salía con la cuadrilla o me quedaba en casa leyendo.


  16. Una tía mía apareció un día en casa con varias colecciones de libros, de Salgari, Julio Verne, y otros autores. No sé de donde los sacó. Calculo que más de 200. Los leí todos y más, uno tras otro.

    Mi madre me decía que tenía que salir con los amigos, que no podía quedarme tanto tiempo en casa sin salir. Cuando ya se ponía muy pesada salía.

    Recuerdo cerrar los bares con un amigo e ir después a la discoteca, llegar a casa por la mañana (gaupasa), y a mi madre decirme que no puedo salir tanto. A lo que yo la respondía: decídete, ¿salgo o no?


  17. Soy arrítmico, ni idea de bailar. Me pego a la barra y observo.


  18. Cuando salíamos de bares, yo alternaba las rondas, una de bebida y otra de pintxo, hasta que llegaba la hora en la que ya no había comida.


  19. He cogido tres o cuatro cogorzas de aúpa en mi vida. Nunca a propósito. En la primera los del grupo de tiempo libre estábamos sirviendo en una fiesta, se terminó el agua y los refrescos, hacía calor y bebimos vino para quitar la sed, no había probado el alcohol todavía, pufff.


  20. Por entonces coger un puntillo me desinhibía, era tímido como te he dicho. Nunca me ha gustado perder el control y emborracharme adrede como hace la juventud de hoy en día.


  21. Nunca he fumado un porro. Y he podido meterme de todo.

    Habré fumado seis o siete cigarros y unos diez puros. Esto porque en cuadrilla lo hacíamos en ciertas celebraciones. No me gusta ni el olor ni el sabor del tabaco.

    En casa no se fuma. Cuando ha venido familia o amigos fumadores, bajan a la calle si quieren fumar.


  22. Me fue mal en la Universidad y me puse a trabajar. Mi primer trabajo serio fue para una contrata en los desaparecidos Altos Hornos de Vizcaya. Trabajo muy duro, he paleado toneladas de mineral.

    Estuve un año en total, con un parón intermedio de otro año.

    La ducha tras el trabajo se producía en tres tiempos: 2 veces con mistol, fairy u otro detergente y el último con el champú/gel normal. Vamos, que te duchabas tres veces mínimo.


  23. Por aquella época, por donde salía, no se veían piercings, tatuajes, crestas,..., y yo salía por la noche, los fines de semana, con los ojos maquillados, la raya del ojo. Me sentía observado.

    Era suciedad, polvo de mineral (no había manera de eliminarla totalmente), entre las pestañas y el ojo, no de las pestañas hacia fuera como se hace con el rímel.

    Todos los viernes por la tarde, tras el trabajo, acudía al polideportivo (Fadura) de mi pueblo a darme una sauna para limpiarme más a fondo. Pero ni por esas.


  24. Y ahora como la película, una de "historias de la puta mili".

    El parón intermedio fue para el ejército. Sí, hice la mili. En esos tiempos justo se desarrollaba el movimiento objetor de conciencia, pero no objeté. Conocí mucha gente y muchos tipos de gente.

    Me tocó de nuevo tener responsabilidad sobre personas y tener que relacionarme. Y todo por un tortazo que le di a uno. Me ascendieron a cabo y después a cabo primero. Así que obligado la relación con compañeros y con los mandos.

    Que sepas que no me gusta la violencia, soy pacífico, y ese dicho de que dos no discuten (la discusión como intercambio de opiniones la considero fundamental si es con respeto) si uno no quiere...

    Te cuento, en la compañía había un personaje, veterano, es decir que le quedaba poco para acabar la mili, de los que eran habituales del calabozo.

    Recuerdo verle pasear una bisagra de más de medio metro con una correa de perro. "Bisagras" se llamaban a los que habían pasado la mitad de la mii.

    Un día, mientras pasaban lista antes de irnos a casa (si no tenías guardia podías salir hasta la mañana siguiente), mientras estábamos en "firmes" (postura determinada en la que no te puedes mover), le tenía al lado y me dio lo que el llamaba un "pititako" debajo de la barbilla, en la zona que llaman la papada.

    Un pititako es poner el dedo índice por debajo del dedo corazón y hacer fuerza hacia arriba con el índice hasta que sale disparado. Este tenía dedos como morcillas, era un tipo grande. No te puedes hacer idea como pica y duele en esa zona

    Me pillo de imprevisto, en "firmes" no te mueves, ni hablas, ni na de na, porque recibes castigo, te quedas sin permiso, no te vas a casa.

    Reaccioné sin pensar, le di un empujón, con tal mala suerte que a su lado había una barandilla baja, limitando un jardincito, perdió la estabilidad y cayó todo lo largo que era.

    El teniente y el alférez lo vieron. Pensé: ¡mierda! me quedo sin ir al monte el fin de semana. Pero no, vi como el alférez hizo un gesto como de "bien hecho."

    Creo que por eso me hicieron cabo, por enfrentarme a este pieza, que era mucho más grande que yo, y tener un par de años más que los compañeros en general (pues retrase la mili por estudios y trabajo).

    Otra cosa curiosa. Un compañero pidió un permiso especial para trabajar (estar menos horas en el cuartel, no hacer guardias,...) y así poder mantener a su familia. Se presentaron en el cuartel sus padres, mujer e hijo de pocos meses, para hablar con el capitán. En la celebración de despedida, al acabar la mili, nos confesó que no tenía ni mujer ni hijo, ni eran sus padres. Todo fué un engaño para estar lo menos posible. ¡Qué cojones le echó!


  25. No te voy a hablar de la mili, suficiente ya, pero que sepas que en la mili me regalaron el carnet C1, el de camiones pequeños.

    Tengo todos los carnets de conducir menos el de moto. A los quince o dieciseís años, monté por primera vez y última en una, de paquete.

    Bajó una cuesta, conmigo detrás, a todo lo que daba el trasto, por lo menos a 428,3456 km/h, eso me pareció, y giró 90º a la izquierda para entrar en una calle, tumbándonos como si estuviésemos en un circuíto de carreras de motos. Era una vespino.


  26. Cuando terminé la mili no tenía claro lo que quería hacer de mi vida. Creo que necesitaba un tiempo para ordenar la cabeza, pero mi ama me atosigó tanto que terminé por decirle que lo que ella quisiese y estudié administrativo. Nunca he trabajado de ello.

    Respecto a los estudios lo considero un tiempo perdido.

    Si me gusta algo lo estudio con interés, en caso contrarío, hago lo justo. En 1º de BUP me quedó matemáticas para septiembre. En 2º obtuve muchos sobresalientes en mate. Diferentes profesores, diferente metodología. Considero que el tipo de profesor es determinante en muchos aspectos de la docencia.


  27. Me puse a trabajar. Estuve siete u ocho años en una empresa hasta que decidí dejarla y estudiar para guía de montaña.

    Que las titulaciones no se reglasen (creíamos que iban a ser oficiales. Se regularon y homologaron unos años después), que me casara y que mi compañera de vida tuviese trabajo estable aquí, y además fuese de "secano" (lleva muy mal el frío y humedad. El trabajo de guia obliga a pasar tiempo en zonas frías para escalar en hielo, alpinismo, esquí,...),..., me llevaron a decidir no continuar con los estudios de esta profesión tan bonita.

    Trabajé para ETTs (empresas de trabajo temporal), trabajaba de continuo. Soy currante y se dieron cuenta. En cuanto terminaba un contrato me llamaban para otro.


  28. Mientras trabajaba en estas empresas pensé a que me gustaría dedicarme. Y opte por el masaje.

    Trabajaba y al mismo tiempo me formaba. Fue un poco duro hasta que una empresa, en la que trabajaba por cuenta de la ETT, me cogió en plantilla. Ahí pude compaginar mejor los estudios y el trabajo.


  29. De todas las empresas me he despedido yo. O bien porque ha finalizado el contrato o porque he querido. No me han despedido nunca.

    Creo que no merece la pena tener mal ambiente de trabajo, lo pagarás con salud. Yo me largo, pero si no puedes, tendrás que trabajártelo para que no te afecte. Es fundamental.


  30. Me formé en diferentes técnicas de masaje: quiromasaje, masaje deportivo, cyriax, tratamiento dolor de espalda, chi nei tsang,...

    Mientras realizaba estos cursos, varios profesores nos dieron recursos de homeopatía, oligoelementos, osteopatía,..., y empecé a mostrar interés por la osteopatía.

    Durante la formación de osteopatía, un compañero me saco la cabeza de la quinta costilla. Estuve una semana que cuando estornudaba, tosía,..., me dolía. A la semana siguiente la profesora me la puso en su sitio.
    Es lo que tiene hacer formación práctica, estoy muy agradecido pese al percance.

    La profesora de osteopatía, médico, también trabajaba en su consulta con otras técnicas como terapia neural, ozono, homeopatía,..., en el curso ofrecía recursos. Fue la que me introdujo en la homeopatía.


  31. A partir de ahí me formé en diversas técnicas realizando cursos, que por si no sabes, yo las englobo dentro de Naturopatía (salud por medios naturales): Oligoterapia, fitoterapia, flores de Bach, dietética y nutrición, ortomolecular, diátesis, fisiología, fisiognomía, reiki, electropuntura bioenergética, análisis de sangre, iridología, bioastrología, tai chí, chi kung, yoga, estretching global activo,...

    También me he formado, de una manera más casual digamos, por trueques. Yo te enseño esto y tu a cambio esto otro.
    Esto lo he hecho con varios compañeros que he conocido en cursos.


  32. Como naturópata he trabajado en varios sitios, centros de estética, gimnasios y herbolarios.


  33. Le pedí al dueño del gimnasio donde trabajaba que me pusiera una rutina de musculación (el tio era bueno, campeón de Euskadi varias veces y no recuerdo si también nacional).

    En la tercera sesión le dije que lo dejaba. No me gusta hacer deporte en sitios cerrados, me gusta al aire libre. Eso sí, no tengo nada en contra, son gustos.

    Dos cosas curiosas que presencie en el gimnasio:
    1. Al pasar hacia la sala de masajes vi a un monitor agachado al lado de un chico en cluquillas. Puede ver que estaba llorando. Más tarde le pregunté al monitor que había sucedido. Me respondió que nada, que el chico se saltó la dieta, había comido un pastelito de chocolate. En fin...
    2. Vi que en el almacén tenían proteínas en polvo, bebidas energéticas o isotónicas,..., y botes de cardo mariano (una planta medicinal con funciones sobre el hígado) y otras cosas.
      - Le pregunto al monitor: ¿para qué tienes el cardo mariano?

      - me responde: para limpiar el hígado (por las proteínas y otras cosas).

      - Le digo: y cuando limpias el hígado, ¿esa porquería donde va, por donde pasa, que lo filtra?, tendrás que limpiar también ahí, ¿no?

      En fin, que si yo no pongo rutinas de musculación porque no sé hacerlo, ¿tú qué haces mandando hierbajos?


  34. Nunca me olvidaré, me acojoné al poco de empezar a trabajar como masajista. Una clienta se echó a llorar, no podía contener el llanto. Pensé: ¡ya la he liado!.

    Pero no, es una reacción del sistema nervioso, ya nos lo habían advertido durante los cursos. Por suerte solo me ha pasado esa vez. La clienta, unos minutos después, me dijo que se encontraba muy bien, estaba encantada.


  35. Desde el 2006 a la actualidad tengo mi consulta de Servicios de Naturopatía manual, Fitocomplementaria y funcional (quiromasaje, deportivo, osteopatía, fitoterapia, homeopatía,...) en el Polideportivo Astiune de Mungia.

    Actualización 2024: desde la pandemia trabajo en consulta propia.


  36. Hablando de deportes, no he visto un partido entero de futbol, no me gusta nada el futbol, si me preguntas te diré los motivos en los comentarios. Eso sí, estoy deseando que haya partidos.

    Toda la gente en el estadio, en el bar o en casa viendo el partido. Más sitio para mi en la calle, el monte,... el mundo.


  37. No me gustan las aglomeraciones, cuanta menos gente mejor.

    Hace muchos años que no voy a las fiestas grandes, ni a las grandes marchas de montaña, intento no dormir en refugios, y tampoco me gusta ir a "la capital del mundo", Bilbao.


  38. He pasado consulta de naturopatía (no manual) en diversos herbolarios de Bizkaia. Actualmente y desde el 2009 en La Herbolera (San Ignacio, Bilbao).


  39. He sido callado casi toda mi vida, pero ahora hablo por los codos, eso dicen.

    Hace un par de años, durante una salida al monte me enteré que hacían apuestas acerca de cuanto tiempo transcurría hasta que decía la primera palabra. ¡Qué majos ellos!.


  40. Vuelvo a llevar gafas para leer o trabajar con el ordenador. Vista cansada o presbicia dicen.


  41. Tengo una amiga de cuatro patas, Lua, va a hacer cuatro años. Adoptada. Creo que por como vive es mi dueña, y yo su animal de compañía.

    Actualización 2024: la bicharraca ya tiene 7 años.




  42. Cuando decidimos que iba a venir a vivir con nosotros un perro, leí mogollón sobre perros, e incluso fui a un seminario sobre educación canina. Me preparé, y así ha salido de buena.


  43. Habrás observado que creo en la formación, la oficial y la no reglada. También soy muy autodidacta y me gusta el "hazlo tú mismo", por ejemplo en este blog. Ensayo - error, lo que me ocupa una gran cantidad de tiempo.


  44. No me gusta la especialización para mi trabajo. Prefiero ver el bosque y que el árbol no me tape la visión conjunta.

    Me considero más un tenedor de recursos. ¿Qué quiero decir?, pues que si hoy me levanto con dolor de espalda, se que hacer, soy capaz de liberarlo con una rutina de yoga, o movilizaciones y estiramientos, o automasaje, o tomando un suplemento de alguna planta antiinflamatoria, o algún oligoelemento,..., alguna de ellas o varias a la vez.

    Me conozco y sé lo que me va bien y necesito.


  45. He realizado mucha formación buscando lo que me venga bien a mí y al mismo tiempo me sirva para mi trabajo (impartir cursos). Y que lo pueda hacer en la sala de mi piso (que no se necesite apenas espacio).

    .- No soy muy flexible y repercute a la hora de ir a escalar. Pues me formé en estiramientos por cadenas musculares. También en analíticos. Chi kung para estirar y fortalecer, lo mismo que yoga.

    .- Soy de temperamento nervioso, así que busque un tipo de chi kung que me aportara calma, librara del estrés y fuese una meditación dinámica (por entonces era difícil para mí las clasicas meditaciones estáticas).

    .- La práctica de tai chí que realizo la hago en la sala. No requiere de grandes espacios.


  46. La bicharraca no come pienso, al igual que yo no come productos procesados. Tampoco fuma.


  47. Durante muchos años se me suicidaban las plantas, pero llevo cuatro o cinco años que salen floridas y hermosas.


  48. Me gusta la comida asiática. China, hindú, pakistaní,..., el mejor pollo lo comí en Tanzania en un restaurante hindú. No me gusta el sushi, ni la mayoría de la comida japonesa que he probado, que no ha sido mucha, creo que ha sido por elegir mal.

    Durante una estancia en Barcelona por un curso, cené en un restaurante pakistaní, me supo a gloria. A la mañana siguiente, al ducharme, me di cuenta que tenía las uñas de los dedos gordos del pie de color amarillo mostaza. Raro, raro.


  49. Lo que he odiado siempre es el hígado. Cuando llegaba a casa, ya lo olia desde la escalera, entraba diciendo "eso te lo vas a comer tú."

    No me gusta ni el olor ni el sabor. Todos los meses compro medio kilo para Lua.


  50. Soy pesimista en cuanto a la mejora de la sociedad que me rodea en general. Creo que seguiremos igual. Ahora mismo conozco a varias familias de sanitarios que lo han pasando muy mal por el acoso vecinal, mientras dichos vecinos se rompían las manos de tanto aplaudir a las ocho de la noche.

    Por otro lado, creo en la polaridad, el ying - yang, el mundo es dual, no puede existir lo uno sin el otro: noche - día, calor - frío, luz - oscuridad, alto - bajo, sístole - diástole,..., bueno - malo. Lo que no veo es donde están los buenos, pero haberlos haylos.


  51. No soy de los que van diciendo que tienen muchos amigos. No confundo amistades o conocidos con amigos.

    Amigos contados con los dedos de una mano.

    Hace muy pocos años tuve que añadir un dedo más. Nunca es tarde para ello, ojalá te pase a ti también.


  52. Reconozco que soy un buscador de recursos. Si algo me llama no paro hasta encontrar dónde y cuándo puedo realizar esa formación.

    Hago deporte al aire libre, y prácticas de salud en casa, aunque llevo una temporada un poco vaguete.

    En casa hago varias de estas prácticas, combinándolas, no todas a la vez, según como me encuentre y lo que necesite en ese momento:
    • Wuji Gong: Forma de chi kung para aportar calma, disminuir el estrés,..., mi meditación o mindfulness en movimiento.
    • Tai chí 13 movimientos.
    • Rutina de yoga para mi espalda.
    • Yi jin jing. Ejercicio para el fortalecimiento de tendones. Una rutina de chi kung.
    • Automasaje chi kung.
    • Sonrisa interior, mi meditación estática (sentada).
    • Rutina de movilizaciones articulares.
    • Estiramientos. Por cadenas musculares y analíticos.
    • Muy de vez en cuando otas cosillas como algunos ejercicios de eutonia, otros de chi kung, automasajes,..., pero en menor medida.

    Imparto cursos y talleres de estás prácticas de salud.


  53. Y claro, últimamente los años y hacer menos deporte al aire libre se nota.


    Así que en casa, pensando en la escalada, hago dominadas, flexiones, sentadillas, abdominales,..., esto no lo disfruto mucho, se me hace durillo.

    Menos mal que a la chavala no le importa que tenga ese mamotreto encima de la puerta.




¡Que moral tienes si has leído hasta aquí!
Peroooo si todavía quieres más, lo tienes arriba del todo, en la pestaña del menú, en Sobre mí.

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